Si estás leyendo esto es porque estás bajo el control mental de Los Plumabits, los únicos alienígenas abducidos por humanos. En palabras de Shazam Barrera, uno de sus integrantes, “Los Plumabits es un estilo de vida que seguimos nosotros y nuestros seguidores, compuestos por mi mamá y dos tías con quienes hacemos asados muy seguido”. Justamente en uno de esos distendidos asados que realizaban en su planeta avistaron una enorme nave espacial que nubló casi todo el planeta. Detrás de ella, venía una pequeña nave, muy similar a un satélite, que se les acercó y, dificultosamente, los abdujo en sólo 45 minutos. “Fue curiosa la experiencia. Por lo general esos satélites caen en nuestro planeta y los recogemos para hacer asados. Cuando lo vimos pensamos que sería una nueva parrilla espacial”, señala el alienígena Shazam Barrera, un viscoso gusano verde. La nave-satélite regresó a La Tierra y Los Plumabits fueron parte de un experimento supersecreto de la Corporación Waipex, tan secreta que no se sabe a qué se dedican. “Ellos querían hacer el experimento Wayápolis con nosotros porque encontraron que nuestras condiciones musicales-educativas, y el hecho de llevar un mensaje positivo a los niños, podía ser muy útil a su experimento”. Afortunadamente el experimento fracasó y Los Plumabits lograron escapar. “En realidad nos echaron”, señala el Doctor Cifuentes. Los Plumabits se quedaron en La Tierra sin poder volver a su planeta de origen, el cual tiene un nombre tan largo que se necesitarían 4 días y 3 horas para pronunciarlo. Por suerte existe una abreviatura que sólo tarda 2 días y 8 horas en decirse. Previo a la abducción, Shazam Barrera iba caminando por el planeta innombrable y vio a un tipo que le estaban comiendo el cerebro y, al lado, bailaba un pequeño robot, llamado ‘El Robot’. Así conoció al parásito come-cerebros, Doctor Cifuentes y a su alimento-amigo, Washington Carrasco. “&l*dK-#hq&!np&*%”, revela en exclusiva Washington Carrasco. Sin embargo, Shazam Barrera encontró una curiosa inspiración en ese momento. “Sentí que el sonido que producía mientras le comía el cerebro era muy musical y me puse a cantar con esta melodía de fondo. Ésa fue nuestra primera canción ‘Baila Robot, Baila’”. Con estas primeras canciones realizaron exitosas giras por el universo, especialmente por el Sistema Solar. “También estuvimos girando harto por los anillos de Saturno, no porque estuviésemos tocando, sino porque nos quedamos atrapados por un tiempo ¡la señalética allá es pésima!”, señala el Doctor Cifuentes. El éxito interestelar se tradujo en una invitación a la primera versión de Lollapalooza en 2011, 2011 y, otra vez, en 2015; siempre como artistas centrales, encabezando el popular festival. “Nosotros vivimos algunos días de principio a fin y, otros, al revés. Ése fue uno de esos días y eso nos permitió ser los headliners”, explica Shazam Barrera. “Ustedes pensaron que tocamos primeros, pero en realidad tocamos al final”, complementa el Doctor Cifuentes. La recepción por parte de los terrícolas de las canciones de Los Plumabits fue pésima en un principio. Realizaron su lanzamiento pero sólo llegó una persona, que resultó ser el señor del aseo… y se fue a los 2 minutos. “Desde ese momento decidimos controlar las mentes de las personas”, señala el Doctor Cifuentes. “Nuestra música suena como si estuvieras masticando un pedazo de metal. Pero a través del dispositivo de control mental tú escuchas música y es, básicamente, la mejor música que se haya escuchado en la historia de la humanidad”. De esta manera nace ‘El Lado Bailable de la Luna’, el primer disco oficial de Los Plumabits. Aunque su título puede sonar familiar a otro famoso disco, Shazam Barrera señala: “¿hay algún disco con un nombre parecido? Sentimos que es un nombre muy original, de hecho, es el nombre más original que se le haya puesto nunca a un disco”. El polémico título surgió de un brainstorming o, según ellos, un “brain-eating” donde el doctor Cifuentes comienza a comer varios cerebros para que le lleguen ideas. La misión de este disco es, solamente, conquistar el planeta y dominar la especie a partir del control mental. Justamente ‘Control Mental’ es la canción con la cual parten esta aventura, de otra manera, el resto de su música no funcionaría. ‘El Futuro Antiguo’ es otra de las canciones destacadas del disco. “Recuerdo que el futuro de ustedes era muy especial, con naves espaciales y gente volando, pero nos sorprendimos cuando me dijeron que ya estaban en el futuro. Como el que tenían antes era mucho más divertido, por eso hicimos esta canción”, recuerda Shazam Barrera. Contrario a lo que parezca, Los Plumabits no es música para niños, lo que pasa es que los niños son los únicos que no caen bajo su control mental. “Ellos escuchan nuestra música tal como es y parece que les gusta”, señalan. “Quiero que sepan que nuestra música es la respuesta a todas las interrogantes del universo… ah, y que los dominaremos muy pronto”, declara El Robot. Fin del comunicado. Texto: Sello Azul (SCD) y Los Plumabits, 2013.