Las canciones de David Bea se han centrado esta vez en dar un paso más en sus convicciones cristianas. Buscando las raíces de su fe entre el ruido, la angustia, la injusticia, la falta de compasión, el maltrato y la pobreza que consume a millones de personas en todo el mundo, se encuentra con el corazón de Dios en los mismos profetas que fueron perseguidos y muchos de ellos asesinados por levantar su voz por los que no tienen voz. Viendo la iglesia desde la perspectiva de Jesús, ensuciándose por las personas rotas, dando todo lo que tenía por los más necesitados y sacrificando su vida por cada ser humano perdido, encuentra el propósito de su fe: Amar a los demás como a uno mismo. Usando una base musical del folk americano más clásico, deja que la voz proclame cada Manifiesto, cada declaración de principios, de acción, de decisión... Con una producción sin artificios y grabado en sólo 12 días, "Manifiesto" reivindica también la naturalidad del músico a la hora de registrar canciones. "El itinerante David Bea es un caso peculiar en el esquema actual de la música española, condición que se ha ganado a pulso a fuerza de versatilidad... y resistencia a los cantos de sirena en los que la sociedad de consumo ha convertido el mundo de la música." Antonio Rosado (Diario Sur). Cinco álbumes de estudio, cientos de conciertos por todo el país y en otros lugares del mundo, trabajos de cooperación internacional con organizaciones humanitarias (Compassion, Stop The Trafikk, DTPRoject, Músicos Mundi, Fin de la Esclavitud...) y una labor de activismo por los derechos civiles y humanos, son la base musical y vital del trabajo artístico de David Bea. En un estilo siempre intimista, sobre una base folk y rock, construye sus canciones con la sangre de sus propias vivencias, procurando que la honestidad prime sobre el interés personal. Las críticas unánimes en medios musicales prestigiosos del país (Ruta 66, Rocanró, Mondo Sonoro...) avalan la trayectoria de más de 20 años de este artista.