ENGLISH: What do we have here? Goodness, too much girl power, power-puff girls, woman power, feminism, and way over misogyny, its social mirror: misandry, or the hatred and rejection of men, their history, their values, their interests and their very legal freedom and dignity, coming from a new source apart from the traditional methods of slavery, despotism, war and macho rivalry: today’s woman. Street protests, institutions growing like a virus in a test tube, gay and lesbic parades celebrating their difference, but more than that, desecrating the other differential being: man. Today´s villain. Today’s Herod, Hitler and Hussein, disregarding the likes and examples of Herodias, Irene, Tzu-chi, Marie Antoinette and thousand other women in power imbued in corruption, self-indulgence and tyranny through social escalation, murder and egotistic legislation –and we´re also speaking History. In all this paroxysm of mysandric eruption, comes again Orgón to stick the finger on a mounting social problem which he has also called a branch of the Third World War, where every country feels at arms against their neighbors, and women wage an urban, double-traction campaign against her lifetime companion, denying any link with him (“We´re not women, we are womyn”), and rejecting any type of recognition or gratitude toward her only par ever since the dawn of humanity. Orgón is out again to defend the image, prestige and dignity of man snapped by woman power (“As if us men needed it”, they still say, oblivious of the tide threatening their heads). He comes out, and after a polemic book, “La conspiración feminista” (The Female Conspiracy, 1997) and three Men Marches for Man’s Day (March 20th) and Man’s Year (none of them taken as yet into account by society and government –in fact squelched by women’s institutions), in 2005 (Mexico City), 2006 (the summit of Mount Aconcagua, highest in the world out of the Himalayas) and 2007 (Mexico City) produces an album, Boy Power, to remind us again of the need to refresh our memories and make a recall of man´s dignity toward today´s self-glorified woman. But mind you, this is not a discourse or a sermon; Orgón´s album is a feast of music, both symphonic and tropical, rock and ballad, denouncing and romantic, blunt and prophetic, with stories that delight our ears and yet remove us from our seats when listened carefully. Here we have a challenge. How to make people laugh, smile and even dance to a music whose lyrics at the same time call upon deep measures and messages. A listener from Russia, Italy or Namibia will certainly feel contagious and frolicsome at the sounds of Boy Power’s album, and yet the Spanish and English speaking public who understand the lyrics (as Orgón records in both languages, though he has written in Italian, French, Latin and even in his own language, Lorelvi, invented 17 years old) will also have to dance and make an eye-closing gesture at the melodies, rhythms and symphonic sounds produced by Orgón, composer, vocalist, guitar and piano player, back-vocalist, dancer and producer of this musical concept. ESPAÑOL: ¿Qué tenemos aquí? Santo Dios, demasiado poder de las chicas, power-puff girls, el poder de la mujer, feminismo, y más allá de la misoginia, su espejo social: la misandria, el odio y el rechazo a los hombres, a su historia, sus valores, intereses y el ataque a su libertad legal y a su dignidad, procedentes de un nuevo núcleo fuera de los métodos tradicionales de esclavitud, despotismo, guerra y rivalidad entre machos: la mujer de hoy. Manifestaciones, protestas callejeras, instituciones que aumentan como un virus en probeta, desfiles gays y lésbicos celebrando su condición diferente, y más que eso, imprecando al otro ser diferente: el varón. El villano de hoy. El Herodes, Hitler y Hussein actual, sin considerar los actos y los ejemplos de las Herodías, las Irenes, Tzu-chis, Mariantonietas y miles de mujeres en el poder imbuidas de corrupción, auto-complacencia y tiranía mediante el arribismo social, la masacre y la legislación egocentrista –y también estamos hablando de historia. En este paroxismo de erupción misándrica, viene Orgón otra vez a poner el dedo en la llaga de la problemática que ha llamado brazo de la Tercera Guerra Mundial, donde cada país se levanta en armas contra sus vecinos, y las mujeres declaran la guerra y una campaña militar contra su compañero vitalicio, excluyendo todo nexo con él (“We´re not women, we are womyn”), rechazando todo reconocimiento o gratitud hacia su único igual desde los albores de la humanidad. Orgón vuelve a defender la imagen, el prestigio y la dignidad del varón cacheteado por el poder femenino (“Como si lo necesitáramos”, dicen, sin importarles la marejada que viene sobre ellos). Tras un polémico libro, “La conspiración feminista” (1997) y tres Marchas Masculinas por el Día Mundial del Hombre (marzo 20) y el Año del Hombre (ninguna valorada por la sociedad ni los gobiernos, de hecho aplastadas por instituciones feministas), en 2005 (México D.F), 2006 (la cima del Aconcagua, suprema del mundo fuera de los Himalayas) y 2007 (México D.F.) produce un álbum, Boy Power, para refrescar nuestra memoria sobre la dignidad masculina ante la mujer auto-glorificada de hoy. Pero no se trata de un discurso ni de un sermón: el álbum de Orgón es una fiesta musical, una obra sinfónica y tropical, rock y balada, denunciante y romántica, cruda y profética, con historias que deleitan nuestros oídos y sin embargo nos remueven del asiento al escucharlas con cuidado. Tenemos un desafío. Cómo hacer reír, sonreír y bailar a la gente con una música cuyas letras plantean mensajes profundos y exigen medidas graves. Un escucha de Rusia, Italia o Namibia se sentirá contagiado y frenético ante los sonidos del álbum Boy Power, pero el público de habla hispana e inglesa que entiende las letras (Orgón ha grabado en ambas lenguas, aunque ha escrito en italiano, francés, latín y hasta en su propio idioma, el Lorelvi, inventado a los 17 años de edad) tendrán también que bailar y cerrar sus ojos ante las melodías, ritmos y sonidos sinfónicos producidos por Orgón, compositor, vocalista, guitarrista, pianista, corista, coreógrafo, arreglista y productor de este concepto musical.