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简介
Luna Eikar - Testimonio Luna Eikar nace en Colombia, en una Villa al norte del departamento de Cundinamarca llamada Villa de San Diego de Ubaté. De familia Católica, siempre tuvo una relación especial con Dios y con la Virgen, mas en aquel entonces, no vislumbró con claridad su llamado. Estudió su Bachillerato con Hermanas Religiosas, e incluso en algún momento estuvo a punto de irse con las Hnas Carmelitas, pero tenía dudas y por eso continuó su camino. Su padre aparte de ser Docente, era tenor de la Villa, y siempre le escuchó desde niña, por eso, empezó a llamarle la atención la música a temprana edad. A los 9 años aproximadamente empezó a componer, y a los 14 grabó su primer trabajo con 12 canciones. Le gustaba participar en la Eucaristía con su voz, y quiso dedicarse a eso formalmente, mas sentía que las canciones (aparte de las litúrgicas), eran siempre las mismas, un tanto aburridas y monótonas. Ignoraba que existieran grupos juveniles que experimentaran con nuevos ritmos en eventos musicales para Cristo, y por eso descartó la idea. Entró a la Universidad, estudió administración y también fundamentos Musicales; en sus ratos libres grababa comerciales, cantaba en el templo, participaba en un grupo de rock, hacía teatro y estudiaba inglés entre otras cosas. Años después, grabó un demo profesional de tres canciones con el cual empezó a darse a conocer en el medio artístico. Surgió un segundo disco completo, el cual le robaron, mas siguió adelante con la idea de componer canciones que dejaran mensajes en el alma, que le diera protagonismo a aquellos valores perdidos, y a edificar el papel de la mujer en la sociedad. Y allí encontró a Pala, un productor Antioqueño con el que pudo grabar “Hora Cero”, su tercer álbum, conocido como el primero a Nivel Nacional. Luna creía que su misión era ser luz desde la oscuridad, llevando al medio secular una opción edificante para los jóvenes. Hora Cero, es un disco con muy buenos elementos, buenos mensajes y con él fue Nominada por Colombia a los Premios Equinoccio Latin Awards, mas en ese entonces se dio cuenta de que el medio en el cual se movía era totalmente incompatible con ella. No le gustaba fumar, no le gustaba tomar, en fin.. el ambiente de los bares, era algo que le tenía realmente triste, además, la gente con poder con regularidad, manipula muchos canales, y espera, sobre todo de las mujeres, muchas cosas que gracias a los principios de casa no llegaron a doblegarle, pero ese tipo de propuestas dejan entrever los pasos en falso que puedes dar, y la corrupción del ambiente en general. Llegó a un punto en el cual se sintió muy defraudada, se cansó de las caretas, se le cayeron del pedestal personas que admiraba, y se dio cuenta de los mensajes nocivos que difundían sin importar consecuencias. El golpe de gracia definitivo fue que por obra de Dios, quien le puso en el camino un joven Mexicano seminarista que vivía en Los Ángeles (California), el cual empezó a hacerle ciertas preguntas sobre su fe, pudo hablar con él sobre lo que le pasaba, y le mostró un testimonio que realmente le dejó helada y otro que recibió con alegría, pero con el cual sintió cierta vergüenza, por haber dejado de lado inspiraciones divinas que había recibido desde pequeña, por haberse conformado con lo que llaman ser católico, por hacer lo que ella creía que era mejor para su vida y para sus hermanos. Entonces se desconectó de todo, de la banda, de los bares, de la gente, y empezó a trabajar con su amigo en un plan, bajo el cual podría encontrar claridad sobre la verdadera misión que Dios tenía para ella, comenzó a asistir diariamente a la santa misa, y empezó a encontrar tantas cosas bonitas, y se dio cuenta, de todo el tiempo que había perdido. Luego, a punto de confirmar que realmente lo que debía hacer era dar la buena nueva a sus hermanos a través de la música, justo hubo un concierto llamado Hallel en su lugar de residencia. Vino Son By Four como grupo invitado y dieron su testimonio, y al final del concierto, dijeron unas palabras que sentía como si Dios se las estuviera diciendo a ella, y allí, se puso de rodillas, a sus pies, se entregó a él, y sintió la certeza de que eso era lo que debía hacer, retomar el camino, y grabar un disco de Alabanza, renovar este medio tan bonito de orar y adorar al Señor, siendo luz desde la luz, para menguar la oscuridad. De allí nació Luz y Sal.