Casi al mismo tiempo en que mi anterior experiencia con el cuarteto Chilam Balam había finalizado, durante el invierno de 1984 conocí en el mítico Onkel Pös Carnegie Hall de Hamburgo, al percusionista rosarino Daniel “Topo“ Gioia, que había venido como conguero virtuoso con “Salsancó“, una deslumbrante banda afrolatina de Berlin, liderada por el pianista argentino Eduardo Lisavetzki. Poco después, en la sala de conciertos del kneipe Werkstatt3 de Hamburgo, conozco al baterista argentino, también de Rosario, Ricardo Brog, que había llegado con Yamanbó, formación afrolatina del sur de Alemania liderada por el fallecido percusionista y bailador colombiano Daniel Bazanta. Después del concierto, con Brog y Bazanta terminamos la noche en mi casa como festejo motivador de locos impenitentes por la buena música y por esa sentimentalidad a flor de piel que nos caracteriza a casi todos los latinos que vivimos fuera del país de orígen. Así fue como después de mostrarles la música de Chilam Balam y por sus recuerdos de mi pasado pionero en Argentina, Ricardo me propone integrarme como cantante en un proyecto de fusión que se estaba armando en la ciudad de Berlin, proyecto en el que también estaba su amigo de muchos años, el conguero de Salsancó que yo había conocido algunos días antes en Onkel Pös. Acepto de inmediato. Pronto llegan los ensayos en Berlin. Cada semana me hacía el viaje a la isla, como le decían a aquella ciudad dividida en dos formas hipócritas de concebir la vida, a veces soportando las pesquisas de los ojerosos uniformados apostados en las zonas rojas de alerta cada vez que tenía que cruzar la DDR (Deutsche Demokratische Republik), para entrar al Berlin Occidental donde vivían el resto de los músicos. El sacrificio de los viajes también tenía algo de aventura benéfica para mi alma bendecida por los buenos sentimientos y la amistad sincera que fuí haciendo con cada uno de los miembros de esta banda de fusión latina en cada uno de los encuentros que tuvimos, por lo que me entregué completamente al trabajo en equipo de lo que fue surgiendo a medida que íbamos descubriendo nuestro propio sonido en los estudios de grabación y paralelamente rodando con cierta intensidad como banda compacta por diferentes escenarios en la Alemania de los 80s. Después de 32 años de distancias reedito este material olvidado, como homenaje y agradecimiento a cada uno de los músicos de este proyecto formado por un africano, tres argentinos, un brasilero y un alemán, que de alguna u otra forma contribuyeron positivamente a mi evolución como cantante-co-composer y comunicador a través de mi largo periplo viviendo fuera de Argentina. Daniel Irigoyen CRÉDITOS: JÖRG BEHR - Piano, Keyboards (GERMANY) AHMED CHOURAQUI - Lead Electric & Acoustic Guitar, Composer (ALGERIA) GUILHERME CASTRO - Bass, Chorus Direction, Composer (BRASIL) OMAR DUBROSKY - Electic & Acoustic Guitar & Background Vocal, Composer (ARGENTINA) RICARDO BROG - Drums, Surdo, Composer, Organizer (ARGENTINA) DANIEL TOPO GIOIA - Congas, Percussion & Background Vocal, Composer (ARGENTINA) DANIEL IRIGOYEN - LEAD VOCALS & Percussion, Co-Composer (ARGENTINA)